Espero lo disfruten.
A 5 de mayo del 2007, 9:30 am; con una duración de 87 minutos. La entrevista se realiza en la casa
Entrevistado: Enrique Palermo Arellano de 53 años, jefe de escuadrón de rescate en el Terremoto del 1985. Se ha entrevistado al Licenciado Palermo por su cercana ayuda en la desgracia del 85, y más aún, por ser el trabajo más impactante que un voluntario pudiera haber experimentado; debido a la presencia de la muerte de un ser humano.
Aclaraciones: La entrevista inicia después de una breve plática de un reconocimiento que le otorgaron por brindar su ayuda en un cuerpo de rescate, en el Terremoto del 85. Es por tal razón que la entrevista comienza un tanto cortada. Además, antes de la entrevista el Licenciado Palermo me contó de dicho documento, aunque me dijo que no lo encontraba. Debido a tal razón en esta ficha técnica no se muestra el documento al que me refiero más tarde en los últimos renglones.
Entrevistador- Pero haber, ¿cómo sucedió todo?
EP- Ah bueno, a mí cuando iba a trabajar me sucedió cómo a las siete de la mañana … (inaudible), se cayeron varias bardas, la gente salió corriendo y otras cosas. Entonces Petróleos Mexicanos prestó una ayuda a los hermanos mexicanos para que colaboráramos e interviniéramos en su ayuda de muchas personas; así como entró el ejército, así como entró el (ICA), así como entraron diferentes instituciones gubernamentales para darles ayuda a los afectados hermanos mexicanos. Entonces yo fui comisionado por Petróleos Mexicanos como jefe de un escuadrón para ayudar en lo que se pudiera a nuestros ciudadanos mexicanos. O sea no fue exigirles a nadie quién quería ir, ni los obligaba, es decir: “Quién quiere ir como voluntario a dar ayudar a nuestros hermanos mexicanos que tuvieron ese percance que están viviendo esa situación”. Tú levantabas la mano e ibas a ir sin goce de sueldo; supuestamente lo hicieron después como comisionado, y a la gente más capaz conforme a sus conocimientos les fueron dando cargos. En mi caso, bueno, me dieron el cargo de coordinador ahí del escuadrón.
PS- Y, ¿cómo llegaste a ser jefe de escuadrón? Es decir, ¿de entrada te dieron ese cargo?
EP- No, cuando llegamos ahí me comisionó Petróleos Mexicanos. Primero entré como cualquier persona en la ayuda, pero después empezaron a elegir ellos a ver quién tenía la capacidad de mando, de saber mandar a las personas, entonces me eligieron a mí como coordinador de un escuadrón. Y teníamos que platicar con los soldados, con los bomberos, con todos. Nos daban claves, por ejemplo cuando había una persona viva estábamos escombrando con las plumas, nos decíamos: “Aquí hay un
PS- El Topo.
EP- Ajá, mandaban a los topos, a las personas que se metían para brindarles ayuda. Había detectores de personas, digo de ruido haber si había vida, y se rescataron a varias en el Hospital Juárez; primero estuvimos trabajando en, por donde está
PS- ¿Y nunca tomaste nada?
EP- No, no, yo jamás tomé nada; nosotros íbamos a escombrar y a rescatar a las personas que estuvieran vivas. O sea con ambulancias, por que estaban con ambulancias
PS- Y no ibas a trabajar.
EP- No, no, no estaba comisionado. Me tocaba por ejemplo de ocho de la mañana a ocho de la noche, eran casi doces horas, eran dos turnos.
PS- ¿Cuantas personas había?
EP- Cuando yo (inaudible) entrábamos como cincuenta personas a trabajar, y se hicieron de diez trabajadores por equipo; de los cuales uno manejaba la pluma, otro coordinaba las personas, otros con las máquinas quebraban el cemento, otros sacaban lo pesado, y así; de los cuales una de las experiencias que tiene uno ahí es que se te va el hambre, no te da hambre, por que ves a todos los cadáveres que quedan como maniquís. Encontramos a muchos doctores, enfermos, sí, a niños pequeños; también se salvaron varios, y sí, los cadáveres quedan como maniquís, de los cuales pues, quedas impresionado por ver tantas cosas así. Yo bajé diez kilos, y por ejemplo cuando Miguel, mi hermano, estaba escarbando con el pico le quitó la oreja un cadáver; entonces te das cuenta que fueron muchos los muertos. Y colaboraron muchas personas con alimentos, por ejemplo, las papitas Sabritas, Tía Rosa, Twinky Wonder, Jumex, Herdez, el agua; todas esas personas cooperaron para hacer el mantenimiento para los que estaban ayudando a sacar a las personas para ayudar a levantar a la ciudad de todos los males que habían ocurrido. Una cosa también importante es que, por ejemplo, no todos los mexicanos cooperaron como debe de ser; unos iban pero a veces sacaban, otros si lo hicieron de corazón, pero muy pocos. Pero realmente no se pusieron la camiseta como si ellos fueran los afectados, sino para ver qué beneficios sacaban para su vida. Pero sí, yo creo que de todos los ciudadanos mexicanos un veinte por ciento ha de haber cooperado bien, con su decisión trataban de levantar al país. ¿En ese tiempo quién estaba de presidente?
PS- Pero, el gobierno no quería que hubiera grupos de ayuda. ¿Te acuerdas de lo que dijo el presidente en su informe nacional después del terremoto?
EP- Déjame ver quién estaba de presidente…En 1900, ah no estaba este cuate de
PS- ¿Y qué posición tenía el gobierno respecto a los grupos de ayuda?
EP- No, el gobierno no participó, el gobierno por lo regular no dio ayuda. Realmente quien dio ayuda fueron las instituciones paraestatales, gubernamentales y privadas. Un reconocimiento a las personas no lo hizo, las personas que lo hicieron fueron las instituciones a quien tú prestaste tu ayuda, que te prestaste como voluntario. Yo no vi un representante gubernamental que fuera a felicitarme, que hiciera esto, que dijera: “Oye, qué bueno que estás ayudando”. No sé quien estaba en ese entonces como jefe de gobierno, ah pues estaba Cárdenas; nunca vi un apoyo de ese señor, el cual por eso la mayoría de la gente no lo sigue…
PS- ¿Y antes de que fueran a ayudar a sacar escombros, los entrenaban?
EP- Bueno tenías que saber manejar un aparato de quebrar cemento, te daban tus casco, tus guantes, tus botas y tu uniforme; y no estaba fácil la…la batalla…
PS- Pero entonces, ¿cómo fueron los topos a meterse por las personas?
EP- Sí, cuando había detectores de que había ahí sonidos, personas vivas. Había muchas personas especialistas ahí; por ejemplo, los israelitas, los franceses, con sus perros de rescate que detectaban; y los israelitas, y los americanos. Ellos vinieron de los países de Francia, Israel y americanos; participaron en el rescate de las personas en diferentes partes en donde había habido esa desgracia, donde se habían caído los edificios. Entonces llamaban aquí al líder y ellos se iban corriendo a todas partes, por ejemplo, el hospital Juárez, Tlatelolco, en las diferentes partes…
PS- Oye y otra cosa del terremoto que se me viene a la mente, ¿había mujeres ayudando?
EP- Sí, había pocas mujeres pero sí había mujeres que hacían de comer para los trabajadores.
PS- Pero ellas no iban dentro de los escuadrones de rescate.
PS- No, no, no las comisionaban para que hicieran de comer a los trabajadores; había enfermeras para quien se ponía malo. Muchas personas que fueron como apoyo, pues no aguantaron, se desmayaron les dolía la cabeza, se enfermaron, no aguantaron el ritmo del trabajo, y las impresiones de ver a los cuadros de las personas que estaban muertas.
EP- Y la primera vez que viste un cadáver, ¿cómo sentiste?
PS- Pues me quedé impresionado por que haz de cuenta que quedan como maniquís.
EP- ¿Cómo?
PS- Sí, ¿haz visto un maniquí? Que tiene su pelo como una peluca, y así queda...
EP- Osea, ¿cómo tieso?
PS- Ajá, quedan tiesas las personas, y ves el último intento que hicieron de salvarse; por ejemplo, la primera persona que vi yo fue a un doctor como de uno noventa creo, tratando de cubrir a su paciente así (levanta los brazos y los coloca en forma esférica hacia en frente) y a las personas que estaban con él. También, otro cuadro era que encontraron a varios médicos de operación, tomados de las manos, fue algo muy impactante, tomados de las manos, de rodillas, hincados, pidiéndole ayuda a la providencia, o al altísimo, como lo quieran llamar a Dios. Se encontraron sus cadáveres enteros, no mutilados pero en esta posición; algo que tomaron fotos los Derechos Humanos. Entonces quedó un cuadro así inmóvil. Entonces, el ejército les ponía formol y cal para que no se propagara una epidemia.
PS- ¿Por qué una epidemia?
EP- Por que los cadáveres quedan mal, y empiezan a obtener gases y empieza a propagar y generan contaminación.
PS- ¿Y no hubo epidemia?
EP- No, no hubo. Sí hubo muchos intoxicados, y muchas personas que no resistieron el impacto de los cuadros. Yo duré como dos meses en recuperarme, mi hermano que también estuvo apoyando conmigo se tardó más, tres meses. Pero algo que sí fue un milagro de Dios fue que en las incubadoras de un hospital sacaron a niños que tenían 20 días ahí, casi casi recién nacidos. Lo que sí es que querían encontrar a las personas influyentes; por ejemplo, el Doctor Lozano que te conté, que desapareció en el Juárez, Entonces como ya teníamos que sacarlos, les hablábamos a los del ejército para que los metieran en una bolsa y se llevaban a las personas que iban muertas, y se las llevaron ellos, me imagino que al Centro del Ejército, al Campo Militar Número Uno, y ahí las cremaban o no sé, se las llevaban en unas bolsas de hule negra; y a los que salvaban como rescate, por ejemplo a la niña, a la señorita que también sacaron, a un doctor, las llevaron a los hospitales que más les convenía, y por lo regular los llevaban a los hospitales del gobierno. Pocas veces se presentó que prestaban el ABC, el Hospital Los Angeles, EL Washington, El Español, casi fue muy raro…
PS- Pero está extraño por que eso de que se queden tiezos cuando todo los muros se les caen encima.
EP- Bueno, los que habían sido apachurrados no, obviamente no, lo que pasa es que muchos quedaban atrapados yo digo que por falta de oxígeno, o en el momento, murieron en el impacto, la impresión, vete a saber cómo haya sido su muerte. Otra cosa importante son las cifras, todas las cifras de fallecidas no fue una cifra oficial que se dio, fueron más de miles de gentes.
PS- ¿Y cuál era la oficial?
EP- Supuestamente debió de haber sido como doscientos personas mil más o menos, pero generalmente habían sido más. Lo que pasa es que a veces no dieron los datos, o no les convenía, o quien sabe por qué. Tres semanas estuvieron llevando en camiones del ejército a las fosas comunes en el cementerio a gente desconocida, entonces no se supo realmente la cuenta verdadera, pero hubo más de lo que decían. Y además por parte del Seguro Social las personas fallecidas (inaudible) las tuvieron un tiempo ahí para que los familiares fueran a buscar si verdaderamente las personas fallecidas eran sus seres queridos…
PS- Oye y otra cosa, la gente se organizó al principio para ayudar, luego vieron su conveniencia, pero luego se quedaron muy resentida por no recibir ayuda del gobierno, ¿cómo era el ambiente ciudadano en ese entonces después de todo, de que pasaron ese mes?
EP- Todo volvió a la normalidad, supuestamente a los que habían ayudado sin ningún interés ni nada a los mexicanos, les habían prometido que los iban a ayudar: “No pues ustedes tiene derechos por que ayudaron sin ningún interés, los vamos a ayudar de esta forma”, y nunca me ayudaron. Por ejemplo en mi caso, nunca me dieron mis puntos de mi casa, por que siempre como todo piden ayuda ellos para quedar bien. Estaba en ese entonces, Barragán Camacho como Secretario General, pero nunca me dieron nada.
PS- Sólo te dieron el reconocimiento que me dijiste.
EP- Sí, sólo me dieron ese reconocimiento (risas).
PS- No, pero no me interesaba eso, yo lo hice sin ningún interés. Lo conservo por que no todos lo tienen.
PS- Claro.
EP- Y para que vean que realmente estuvieron ahí. Son pruebas que a lo mejor cuando platicas con alguien dice: “Ay no es cierto, sólo me está choreando”….Pero sí, al final de todos nos dieron una comida, a todos los que ayudamos, por parte de Petróleos Mexicanos. Mucha gente aprovechada le dieron casas y les dieron muchas cosas por parte del gobierno pero con contactos, claro. Y sí, te digo que me dieron mi diploma, mi reconocimiento, que lo conservo como si fuera un pergamino.
PS- Claro, muy importante, es un documento histórico (risas).
EP- Sí, es mi doctorado (risas). Debería de mandarlo a enmarcar.
PS- Si, la verdad si deberías…
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