domingo, 24 de agosto de 2008

El Ángel Exterminador y la decadencia burguesa


El Ángel exterminador es una película que bien vale la pena ver, no sólo por su gran crítica a la sociedad, sino por lo que representa esta película para el cine mexicano.

Cuando le ofrecieron trabajar en Francia, Luis Buñuel jamás se hubiera imaginado que terminaría rodando una película (su segunda en México) que lo haría parte de la gala cinematográfica internacional. A él le gustaba pensar que el azar lo había traído a México, y debidamente, pues después de estar desempleado en Estados Unidos, se instala en México para filmar no menos que 32 películas, nacionalizarse mexicano (de nacimiento español) y vivir hasta sus 83 años en la Ciudad de México; a pesar de haber tenido oportunidad de irse a otros países. El muy amigo de Salvador Dalí, que desde sus inicios con el Perro Andaluz (1928, con la colaboración del pintor) fuera surrealista, sigue sus caminos oníricos pero de una manera menos juguetona. [1]

La historia del Ángel Exterminador, en donde Silva Pinal es protagonista, se sitúa en la calle de Providencia. Es una lujosa mansión, en cuyos muros lujosos disfraces de burgueses hacen acto de presencia. Inexplicablemente la servidumbre se ausenta, e inexplicablemente aún es el impedimento de los invitados para salir de la mansión, sin aclaración lógica. Todo sucede en este pequeño cuadro, donde los personajes parecen imitarse, al ser casi iguales (por obra pensada del director)[2], y varias escenas se repiten unas 20 veces (por obra pensada del autor[3]. A pesar de quererse relatar el filme en símbolos si bien, religiosos, psicoanalistas o políticos; el autor se limita a decir que es una serie de imágenes sin significado y, en dado caso de que se quiera buscarlo, se encontraría degradación de la burguesía. Quizá es una crítica a los integrantes de la alta sociedad, donde, en tal situación, sus más bajos vicios, obsesiones, instintos se dejan ver. Buñuel dice que no describe al ser humano sino a la burguesía, ya que si fueran campesinos no se requerirían protocolos ni habría una ‘regresión social’. De allí mismo el nombre de Ángel Exterminador, pues ningún burgués se une con otro para solucionar el problema, sino que se limitan a caer paso a paso en la animalidad. [4]

Esta película, a pesar de no tener tanta difusión en el territorio mexicano y obtener muchas críticas, fue galardonada, entre otras, a mejor película no europea (1962) y fue nominada a Palma de Oro (1963). Está entre las mejores 1,000 películas jamás hechas en la historia (New York Times, 2004)[5], y ocupa el lugar número 16 de las mejores películas mexicanas (discurso de especialistas de cine, publicado por la revista SOMOS, 2004).[6]

En suma, El Ángel Exterminador es una película que no puedes dejar de ver, ya sea por curiosidad de sentido surreal, de ver caer máscaras cotidianas o simplemente por colocar en la historia mexiquense una película en tiempos en donde poco a poco se iba adormeciendo el cine mexicano. Así, Luis Buñuel logra dar los últimos destellos, como queriendo separarse de los ya repetitivos comedias y dramas familiares.[7]

FUENTES DE CONSULTA:


[1] Directores del Cine Mexicano. Luis Buñuel,

[3] Artículos electrónicos “El Ángel Exterminador” y “Luis Buñuel del ITESM MTY

[4] Cadenas de Gea, Víctor. “Mecanismo sacrificial en El ángel exterminador de Luis Buñuel”

[5] Crowther, Bosley ‘'The Exterminating Angel' at Carnegie Hall Cinema:Bunuel Story a Satire on Some Empty

[6] “100 Mejores Películas del Cine Mexicano” del ITESM MTY

[7] [7] Cadenas de Gea, Víctor. “Mecanismo sacrificial en El ángel exterminador de Luis Buñuel”

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