
Museo Rufino Tamayo. Exposición 2008
Es una muestra de la vida cotidiana en tres reservas de la biósfera mexicana, a través de la cual, el público conocerá sonidos, videos e imágenes fijas del comportamiento de la naturaleza
Henry Hakansson. Artista suizo que integra la ecología y la naturaleza con el video y las imágenes fijas. Fue en la Selva Lacandona donde la idea nace hace tres años, a pesar de haber existido en la mente de nuestro autor desde 1994. Todo surgió cuando vino a México a visitar ésta y otras reservas y quedó impregnado de su belleza. En estas reservas se pusieron 12 cámaras estratégicamente que captaban imagen, sonido y video de los animales que deambulaban por ahí.
Yo fui hace un par de semanas por parte de la escuela. Fue, para mí, una experiencia que quiero recalcar con este escrito. La exhibición está dividida en 3 salas: la primera es un cuarto oscuro, donde lo único que existe es el sonido que las cámaras captaron. Es muy interesante sentir estar dentro de la misma selva, en la oscuridad, y con ruidos extraños que pasan y dan vueltas en la cabeza. La siguiente sala está compuesta por muchas fotografías, algunas casi iguales, otras no, donde se aprecian los jabalíes, las gacelas y otros roedores. En sólo dos meses pasó el chita por ahí, lo que habla de la grave situación de este mamífero que se encuentra en peligro de extinsión. En la misma sala hay videos de blanco y negro puestos en mesas, como para mostrar cómo era el proceso. Finalmente, la tercera, se trata de una proyección de mariposas monarca. Cuando sales de la segunda sala bajas por una rampa para llegar a la proyección, me gustó mucho encontrarme con una sola mariposa dispuesta en medio de la pared gris de piedra. Al principio pensé que era una mancha, lo padre fue encontrarme con que era una mariposa, como para notar que nunca pongo mucha atención a mi alrededor, y en realidad se trataba de una bella mariposa. Bueno, seguí mi camino, y lo que veo son muchas maripositas en círculos, claro en proyección, amarillas en un cielo azul intenso. Me recordó a los niños que juegan mirando al cielo, como a esas películas de años atrás, o películas de estos tiempos, pero que recuerdan un tiempo pasado, como la felicidad del pasado. Pura felicidad. Mis amigos y yo nos divertimos haciendo figuritas con las manos por que, como el proyector estaba atrás de nosotros, podíamos invadir el espacio de las mariposas. Un amigo incluso fue un 'mariposo', con antenitas y todo jaja. Muy chistoso.
El final de recorrido es la imagen, pequeña, de un Quetzal, ave ya casi extinta en todo el mundo, pues su único lugar de residencia es en México... así está la cosa. El sonido es muy lindo, parece un perrito; la señorita que nos guió en el recorrido nos dijo que parecía en perro, y sí , efectivamente parecía que ladraba un perro. Me pregunto de dónde sale eso dentro de un pico. En fin.
Me pareció que la exposición es sumamente interesante, quizá si le falta algo de colorido, es demasiado minimalista, a veces atinado, como lo que mencioné de la mariposa como una mancha en la pared. Pero lo importante de esta exposición no es en sí su curaduría, pues es bastante criticable; sino que se le está dando a la ecología un lugar muy especial, el de ser observada como obra de arte, que es suficientemente importante como para estar incluso, en el Museo Tamayo. Y precisamente de eso se trataba, de generar conciencia en la gente. El arte siempre ha sido agente de cambio en las sociedades, esta vez presencié lo que sería un retrete de Duchamp o una caja de zapatos de Orozco, es decir, un cambio de mentalidad. ¿La mía? Sí, y la de los demás, dentro de una sociedad demasiado ocupada en su espacio como para voltear a ver sus recpercuciones...no es sólo el Quetzal, si se extinguen más especies se extinguirá un aparte de nosotros irreparable, ya no de decir que la calidad de vida será muy pobre, si es que llega a haber calidad de vida, incluso vida. Por eso es que 'Novelas de la Selva' es, en sí, un grito a la supervivencia, a la vida.
Es una muestra de la vida cotidiana en tres reservas de la biósfera mexicana, a través de la cual, el público conocerá sonidos, videos e imágenes fijas del comportamiento de la naturaleza
Henry Hakansson. Artista suizo que integra la ecología y la naturaleza con el video y las imágenes fijas. Fue en la Selva Lacandona donde la idea nace hace tres años, a pesar de haber existido en la mente de nuestro autor desde 1994. Todo surgió cuando vino a México a visitar ésta y otras reservas y quedó impregnado de su belleza. En estas reservas se pusieron 12 cámaras estratégicamente que captaban imagen, sonido y video de los animales que deambulaban por ahí.
Yo fui hace un par de semanas por parte de la escuela. Fue, para mí, una experiencia que quiero recalcar con este escrito. La exhibición está dividida en 3 salas: la primera es un cuarto oscuro, donde lo único que existe es el sonido que las cámaras captaron. Es muy interesante sentir estar dentro de la misma selva, en la oscuridad, y con ruidos extraños que pasan y dan vueltas en la cabeza. La siguiente sala está compuesta por muchas fotografías, algunas casi iguales, otras no, donde se aprecian los jabalíes, las gacelas y otros roedores. En sólo dos meses pasó el chita por ahí, lo que habla de la grave situación de este mamífero que se encuentra en peligro de extinsión. En la misma sala hay videos de blanco y negro puestos en mesas, como para mostrar cómo era el proceso. Finalmente, la tercera, se trata de una proyección de mariposas monarca. Cuando sales de la segunda sala bajas por una rampa para llegar a la proyección, me gustó mucho encontrarme con una sola mariposa dispuesta en medio de la pared gris de piedra. Al principio pensé que era una mancha, lo padre fue encontrarme con que era una mariposa, como para notar que nunca pongo mucha atención a mi alrededor, y en realidad se trataba de una bella mariposa. Bueno, seguí mi camino, y lo que veo son muchas maripositas en círculos, claro en proyección, amarillas en un cielo azul intenso. Me recordó a los niños que juegan mirando al cielo, como a esas películas de años atrás, o películas de estos tiempos, pero que recuerdan un tiempo pasado, como la felicidad del pasado. Pura felicidad. Mis amigos y yo nos divertimos haciendo figuritas con las manos por que, como el proyector estaba atrás de nosotros, podíamos invadir el espacio de las mariposas. Un amigo incluso fue un 'mariposo', con antenitas y todo jaja. Muy chistoso.
El final de recorrido es la imagen, pequeña, de un Quetzal, ave ya casi extinta en todo el mundo, pues su único lugar de residencia es en México... así está la cosa. El sonido es muy lindo, parece un perrito; la señorita que nos guió en el recorrido nos dijo que parecía en perro, y sí , efectivamente parecía que ladraba un perro. Me pregunto de dónde sale eso dentro de un pico. En fin.
Me pareció que la exposición es sumamente interesante, quizá si le falta algo de colorido, es demasiado minimalista, a veces atinado, como lo que mencioné de la mariposa como una mancha en la pared. Pero lo importante de esta exposición no es en sí su curaduría, pues es bastante criticable; sino que se le está dando a la ecología un lugar muy especial, el de ser observada como obra de arte, que es suficientemente importante como para estar incluso, en el Museo Tamayo. Y precisamente de eso se trataba, de generar conciencia en la gente. El arte siempre ha sido agente de cambio en las sociedades, esta vez presencié lo que sería un retrete de Duchamp o una caja de zapatos de Orozco, es decir, un cambio de mentalidad. ¿La mía? Sí, y la de los demás, dentro de una sociedad demasiado ocupada en su espacio como para voltear a ver sus recpercuciones...no es sólo el Quetzal, si se extinguen más especies se extinguirá un aparte de nosotros irreparable, ya no de decir que la calidad de vida será muy pobre, si es que llega a haber calidad de vida, incluso vida. Por eso es que 'Novelas de la Selva' es, en sí, un grito a la supervivencia, a la vida.
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